El Jamón de Trevélez IGP es uno de los productos más emblemáticos de la región de la Alpujarra, ya que su proceso de elaboración se distingue por un método completamente natural mediante sal marina sin ningún tipo de aditivos ni conservantes. Además, es criado en las alturas de Trevélez, a más de 1.200 metros sobre el nivel del mar, donde este jamón se cura lentamente gracias al clima frío y seco de la zona.
Los jamones de Trevélez cuentan con la Indicación Geográfica Protegida (IGP), un sello que garantiza su origen y autenticidad asegurando que cada jamón proviene exclusivamente de cerdos seleccionados, criados y alimentados en condiciones óptimas. Su bajo contenido en sal, característico del Jamón de Trevélez IGP, lo convierte en una opción ideal para aquellos que buscan disfrutar de un jamón menos salado.
A menudo se compara con el jamón ibérico, aunque son productos diferentes, el jamón ibérico se caracteriza por su infiltración grasa y sabor más intenso, el jamón de Trevélez destaca por su suavidad y también gran sabor.